lunes, 28 de febrero de 2011

Perra de tres :) parte 1 [Fantasía]

 Hace unos días, por cierto comentario que puse en mi muro del facebook, recibí algunos comentarios, de 3 hombres en particular, lo que me calentó pensando en no ser la perra de un solo hombre, si no de tres... Les cuento mi fantasía...

Comienza con un chico del cual me enamoré, Rodrigo, con el cual sólo chateaba y de vez en cuando nos enviabamos mensajes, emails y muchas fotos y videos, nunca podíamos vernos por lo ocupados que estábamos y por la falta de lugar, y dinero, el me propuso una forma de conseguirlo...
Puse un anuncio en una página de contactos, "travesti de closet busca ser la perra de tres machos, ser entrenada como toda una perra y tratada como una mascota...", a la semana tenía varios interesados, esperé una semana más, de los que me habían enviado mensajes fui platicando con varios, hasta que escogí a mis tres favoritos: Rogelio, Israel y Daniel, les envié un e-mail a todos con la información básica de cada uno de ellos, y el correo de Rodrigo, y les dije "por favor pónganse de acuerdo con Rodrigo sobre la forma del pago, y entre ustedes ya que serán mis amos, me avisan cuando todo esté listo por favor...", después de eso yo recibí correos cada tercer día mas o menos, durante un par de semanas, donde me decían que seguían poniéndose de acuerdo, que fuera paciente, no sé si tanto tiempo me desesperaba, o me daba miedo, pero estaba decidida a conseguir el dinero... y a gozar como toda una perra.

Un miércoles me contactaron, todo estaba listo, me dieron la dirección, forma de llegar y algunas indicaciones, tenía que ir en ayuno, y sin haber tomado agua desde un día antes por la noche, ese viernes no cené, ni bebí nada, al día siguiente me bañé muy bien, dejé mi culito libre de bellitos y me vestí, una tanga negra de hilo dental, y un brasier pequeño, negro con rojo y una blusa rosita desmangada que dejaba ver mi ombligo, pero el pantalón y la chamarra que me puse era todo ropa de niño, la chamarra que llevaba casi no dejaba ver que traía sujetador, de cualquier manera me fuí en taxi, tenía hambre pero esperaba una comida de bienvenida, llegué al rededor de las 10a.m., ni siquiera recordaba que era por dinero cuando estaba frente a la puerta, y, con nervios, toqué la puerta, debió ser un minuto lo que tardaron en abrir, pero sentí que fué mucho mas, sonreí de inmediato al ver a los 3 hombres que había elegido, parados frente a mi, ninguno sonrió, antes de dar un paso al frente, Rogelio me agarró por el pelo, y con fuerza me jaló hacia abajo, hasta quedar hincada, mientras decía, "las perras andan en 4 patas", sorprendida, me agradó lo que pensé era actuación, pero continuó: "pagamos por una perra, sabemos que no estás adiestrada pero de eso nos encargaremos", volvió a tomarme por el pelo, y me puso a cuatro, los otros dos solo observaban, me jaló el pelo mientras caminaba, así que gateando lo seguí, escuché cuando cerraron la puerta, pero yo iba entrando a la cocina, Rogelio me soltó y, de un cajón sacó unas tijeras enormes, me asusté como nunca, pero al ver a Israel, me dijo: "no te asustes", su voz me dió tal tranquilidad, que aún al ver a Rogelio acercarse aún enojado y con las tijeras, permanecí quieta, Rogelio tomó mi chamarra y mi blusa a la vez, y comenzó a cortar, me movía como si fuera una simple muñeca, el era fuerte y brusco, mas las tijeras nunca tocaron mi piel, siguió cortando mi pantalón como si fuera de papel, no le era difícil, me dejó entonces en tanga y sujetador, sin decir palabra sacó un collar de perro de otro cajón y lo amarró a mi cuello, apretaba mucho, pero no dije nada, tomó la correa y me arrastró literalmente al patio, pues aunque intentaba caminar (gatear) lo más rápido posible, la falta de experiencia no me dejaba llevarle el paso, el patio era amplio, con 3 paredes altas, y tapizado de pasto, en una esquina tenía una columna de cemento, con una varilla descubierta, a la cual amarró la correa, y a mi por lo tanto, no habría podido ponerme de pie aunque quisiera, estaba amarrada como una perra, Rogelio sacó unos guantes como de box pero mas pequeños, y me los puso en las manos, bien amarrados, imposible quitármelos, y, por lo tanto desamarrarme, al terminar de hacerlo llegó Daniel con unos plátanos preguntándome si tenía hambre, Israel y Rogelio se metieron a la casa, yo contesté bajito que si, Daniel me dijo, "mira, eres una perra y las perras no hablan, te alimentaré", yo no entendí por que jaló mas la correa, dejándo mi cara a unos 3cm. de la pared, dejándo mi culo frente a él, hasta que sentí un plátano pelado rosándome la pierna, lo estaba repegando a mi al tiempo que hacía de lado mi tanguita, escupió directo a mi ano y le pasó la lengua, sonreí, entonces puso el plátano en la entrada de mi culo y sin decir nada lo empujó, entró todo de una sola vez, incluso más, pude sentir dos de sus dedos empujando el plátano mas dentro de mi, me encantó que me dijera "vaya que tienes hambre", puso otro plátano pelado en la entrada y lo empujó lentamente, se partió a la mitad por lo que tuvo que meterme la otra mitad, esta vez le costó trabajo, yo con mis ojos cerrados me concentraba en lo rico que se sentía esto, al terminar aflojó la cuerda y me dijo: "mira perra, vas a mantener los plátanos ahí hasta que venga a sacarlos". Se fué.

Me dejaron amarrada en el patio, no se que hora sería, pero calculo la 1 o dos pues el sol quemaba en mi piel desnuda, yo no busqué sombra, estaba tratando de controlarme pues sentía salir los plátanos, sentía genial tenerlos ahí, pero no pude controlarme por más de una hora, los saqué, ya sin distracciones estaba mirando sobre las paredes del patio, había varias casas al rededor, me pregunté si alguien me podría ver, solo 3 casas tenían 2 pisos y ventana de la cual alguien podría verme, mientras observaba pude ver a una mujer que se asomaba con cautela, se dió cuenta de que la miraba y se escondió, entonces supe que quizá me había estado mirando ya por un rato, no tenía donde esconderme, recordé que mi plan era estar unas horas en esa casa, y regresar, ni siquiera me había pasado por la mente antes, y no me volvió a pasar, tenía hambre, y sentía la boca seca, sudaba y podía ver como la mujer cada vez con menos vergüenza se asomaba a la ventana y me miraba por minutos, debieron ser las 5 cuando vi que la mujer se asomó una vez mas, junto a otra, de unos 35-40 años eran, y sin avergonzarse, me tomaron algunas fotos, o me grabaron, yo de inmediato me di vuelta, mostrándoles el culo y no mi rostro, una hora estuve así, ya que el sol no me pegaba mas en la nuca, como a las 6 llegó al patio Rogelio sólo, al verlo, su mirada estaba en los pátanos, lo que lo enfureció, y me preguntó con todo burlón: "¿que? ¿no los aguantaste?" -no- contesté, grave error, se acercó hacia mi, jaló la cuerda con fuerza y al tenerme de lado me dió una nalgada gritando "las perras no hablan", me dolió, pero lo disfruté, "¿te dolió?" -preguntó -si -contesté bajito y con satisfacción, él se encolerizó, me dió otra nalgada, sentí un ardor horrible pues esta vez pude sentir su coraje descargarse en mí, me quejé gimiendo un poco, escuchó y me preguntó "¿quieres otra?", negué con la cabeza, y sentí su pesada mano golpearme en la nalga, me quejé de nuevo, me dolía mucho, él entró a la casa y salió con 3 plátanos, dos esposas, y dos pesas para ejercitar, se veían pesadísimas, y él las cargaba como si nada, me puso nuevamente mirando a la pared, y colocó las pesas a unos 30-40 cm. de mis pies, entonces, agarró mi pie derecho, y me lo esposó a una de las pesas, hizo lo mismo con el otro pie y la otra pesa, estaba yo entonces con mis piernas bastante separadas, dejando mi agujerito a total disposición de él, me encantaba, hizo a un lado mi tanguita, y escupió varias veces, y metía un poco sus gruesos dedos, peló los 3 plátanos, y uno tras otro los fue introduciendo, muy léntamente,terminó con el último y me advirtió que no los dejara salir, lo intenté, el se quedó mirando, pero a los pocos minutos no pude más, los dejé salir, no sabía lo que venía, él, sin un zapato puso su pie sobre mi cabeza y me la bajó hasta el suelo, juntó mis piernas, y al momento que escuchaba "te advertí perra pendeja", pude escuchar también como se cortaba el aire y sentir un tremendo ardor en mis nalgas, su pie era pesado tanto que no pude, ni quise voltear a ver con que me había golpeado, se sentía como una vara, "ah" me quejé, de inmediato escuché de nuevo cortarse el aire, cerré los ojos y sentí ese ardor de nuevo, él preguntó, "¿te duele?" -siii, contesté con la voz quebrándoseme, me di cuenta de mi error cuando él me azotó de nuevo diciendome: "eres una perra estúpida, entiende que no debes hablar!", me dió un par de golpes mas, mientras me insultaba, sentí como se humedecían mis ojos, de verdad me dolía, entonces me preguntó "¿te gusta que te pegue verdad?" con el poco movimiento que me permitía su pie sobre mi, asentí, me dió otro mas fuerte aún, y preguntaba "te gusta", yo con lágrimas que no podía ver él asentía, "vas aprendiendo perra", me dijo, y me preguntó si quería otro, asentí una vez más, y me lo dió, sentía el ardor que me causaba el simple rose del viento, lloraba, pero hasta cierto punto, me encantaba la idea de estar aprendiendo, aprendí que una perra como yo, no tiene derecho a hablar, y que si a mi amo le gusta pegarme, aunque no me agrade, debo complacerlo, él me preguntó si quería otro, asentí, pero el preguntó, ¿o quieres 10?, yo asentía de nuevo, "¿quieres 100?" , asentí, "¿quieres 1000? y mira puta, si me los pides te los voy a dar, yo quiero dártelos, pero si me dices que no, no te daré ninguno, entonces, quieres que te siga dando toda la noche?" asentí de nuevo, si él quería darme, yo debía aceptarlo, y comenzó, cada azote me hacía quejarme, pero cuidaba en no pronunciar palabra, si no dar gemidos similares a los de una perra, lo que soy, me habría dado unos diez cuando salió Israel, Rogelio se detuvo y escuchamos lo q Israel decía, traía un plátano macho, enorme, como el que una vez me metí completo (pelado) y salí a comprar un DVD porno, Israel sabía que ese si lo podría mantener dentro de mi culo, le dijo a Rogelio que ese debía meterme, Rogelio quitó su pie de mi cabeza, y tomó el plátano pelado, me lo metió de una sola vez, me encantó, era un plátano enorme, me dijo, te debo 1000, y se metió a la casa, Israel me advirtió que si regresaban y no tenía el plátano dentro de mi culo me darían tantos golpes como quisiera, yo sonreí.
Salió entonces Rogelio con un vaso de leche,  yo estaba acalorada, sedienta y con hambre, cuando me preguntó si tenía sed estuve a punto de decir sí, no podía pensar con claridad por lo que sentía, pero logré asentir, me dejó entonces el vaso de leche a unos 50 cm, yo sin pensar me acerqué a él, pero tal perra el lazo no alcanzó y me jaló por el cuello, Rogelio se burló de mi, aún sin pensar claro, quise estirar mis manos para alcanzar el vaso, pero tontamente estuve a punto de caer de cara al piso, no alcanzaba el vaso, ellos se fueron riendo de mi.

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